Idea genial Nº4: La abrazadera "Binford Crab"

| |
COHP, University of Massachusetts Lowell

Resumen del estado

Describe una nueva herramienta que puede ser utilizada para levantar y sostener piezas metálicas pesadas, ya que están soldadas entre sí, haciendo que el trabajo más seguro y más eficiente. Se utiliza para unir largueros para pilotes en el terreno. Parte de una colección. Haga clic en el botón 'colección' para acceder a los otros artículos. [Describes a new tool that can be used to lift and hold heavy, metal pieces as they are welded together, making the job safer and more efficient. It is used to attach walers to piles in the ground. Part of a collection. Click on the 'collection' button to access the other items.]

El problema: levantar y sostener piezas de metal pesadas

En una obra grande de construcción de carreteras del área de Boston, los miembros del sindicato de clavadores de pilotes (Piledrivers) tienen que poner vigas grandes y pesadas (llamadas "largueros de entibación") en sentido horizontal a los pilotes que se clavan en el suelo. Para soportar esas vigas, primero sueldan una especie de "asiento para los largueros" en los pilotes. Hechos del mismo metal que las vigas, los asientos pesan 264 libras cada uno.

"Normalmente se necesitan dos hombres para sostener el asiento mientras otro lo suelda rovisionalmente a la viga," explica Dan Tello. Los clavadores de pilotes tienen que recortar el asiento en el propio lugar ya que los pilotes no son rectos.

Las vigas van en áreas subterráneas que se excavan gradualmente. "Estamos en el lodo y el barro y es
resbaloso", dice Eddy Girvan, un capataz de los clavadores de pilotes.

"Lo importante no es el tiempo. Lo importante es que la gente no resulte lastimada. –Capataz de los clavadores de pilotes"


Soldar un asiento para el larguero puede significar dos o tres trabajadores levantando, maniobrando y sosteniendo las piezas pesadas de metal en posturas incómodas, y a la vez estar tratando de no deslizarse y caerse y evitar quemaduras con las chispas producidas por la soldadura. Algunas veces se puede contar con una plataforma auxiliar o una grúa pequeña para elevar, pero "no es muy estable", dice Girvan.

El proceso: acomodar el trabajo a las necesidades de los trabajadores

Los clavadores de pilotes saben que soldar los asientos para los largueros es un trabajo pesado e incómodo. ¿Cómo pueden hacerlo de una manera más segura?

"Eddy fue el de la idea," dijeron Tello y otros clavadores de pilotes. Después de 35 años de experiencia en el ramo, lo que más le preocupaba a Girvan eran las lesiones en la espalda, los resbalones y las caídas. Quería algo con lo que se evitara hacer lo peor de la levantada, se mantuviera fijo y fuera super fácil.

"Siempre he creído que la originalidad es una imitación insconciente", dice Girvan. "Pero jamás he visto nada parecido". La idea surgió probablemente de una abrazadera para vigas, dijo, pero esas abrazaderas son demasiado grandes para los largueros y no tienen amarras.

La solución: la abrazadera "Binford crab"

Fueron como tres horas las necesarias para hacer una abrazadera de 35 libras con metal desechado. El único material nuevo son dos pernos.

La "Binford crab', como le dicen los trabajadores, mide como ocho pulgadas de largo por cinco de alto y se ajusta perfectamente a asientos de 14 pulgadas de ancho. Tiene una "agarradera" encima donde los trabajadores pueden enganchar una braga que se puede conectar a un dispositivo de aluminio de peso liviano que sirve para acercar o a una cadena para que la mini-excavadora la levante.

Una persona puede levantar o guiar la "Binford crab" después de colocar la abrazadera alrededor del asiento en sentido longitudinal y fijarla. Una segunda persona puede entonces soldar el asiento mientras el primer trabajador lo mantiene fijo.

Ahorra tiempo, pero "la abrazadera la hicimos para no tener que utilizar a tres hombres que se pueden deslizar o a quienes les puede salir una hernia o pueden perder un dedo del pie o lastimarse la espalda", dice Girvan.

"Es fabulosa," dice Steve Routier. "Nos facilita mucho el trabajo. No hay que pelear tanto con el lodo. Es mejor para la espalda". Su compañero Jerome Ciolino dice lo mismo. "Hace que el trabajo sea más seguro porque la máquina lo hace. Si uno está parado en el lodo, no se puede con el asiento a mano".

A los tres meses de estar utilizando el "crab", Billy Juse también estaba convencido. "Funciona super bien porque se le puede colocar en el ángulo que uno quiera. También le gusta el hecho de que ahorra tiempo y no tensiona la espalda.

El cambio valió la pena, dice Girvan. "Si tuvierámos que trabajar como antes toda la vida, ¿por qué no estamos usando almádanas (machos) o algo por el estilo?"